Sin lugar a dudas, una de las principales preocupaciones que comparten los líderes de RH y empleados por igual es cómo se puede cuidar la Salud laboral dentro del entorno del trabajo en la Nueva Normalidad.
Al continuar aún en una emergencia sanitaria activa, muchas empresas han optado por cambiar sus modelos de trabajo y ajustarlos a las necesidades de su giro y plantillas, buscando la modalidad más adaptable para no entorpecer los procesos laborales y evitar contagios de COVID-19 y otras enfermedades.
Por ello, en este #blogWorkbeat te compartiremos cómo puedes cuidar la salud de tus equipos, independientemente del lugar donde se encuentren desarrollando sus actividades.
Salud laboral: ¿qué es y qué protocolos siguen las empresas?
Para englobar un concepto general, la OMS define a la Salud Laboral como “una actividad multidisciplinaria que promueve y protege la salud de los trabajadores. Esta disciplina busca controlar los accidentes y las enfermedades mediante la reducción de las condiciones de riesgo”.
Por tanto, podemos entender a la salud laboral como la minimización y/o eliminación de aquellos factores que pueden poner en peligro a los colaboradores dentro de cualquier centro de trabajo, más concretamente en el lugar y durante las tareas que realiza de forma periódica.
Así pues, para lograr la consecución de estos objetivos, las compañías cuentan (en la mayoría de los casos), con equipo multidisciplinario que busca involucrarse en las distintas áreas que intervienen en la protección y promoción de la salud, en su mayoría liderado por el departamento de RH.
Con la consecuente llegada del COVID-19 y sus estragos, las empresas comenzaron a ver factible generar de forma integral un protocolo interno de seguimiento que brindara a los colaboradores un ambiente laboral libre de enfermedades y seguro para acudir a trabajar.
Si bien muchas compañías alrededor del mundo optaron por ajustar su modalidad de trabajo según sus objetivos, no contaron con algo primordial: al pasar prácticamente las 24 horas del día en casa, los colaboradores comenzaron a ‘quemarse’, manifestando problemas para separar la vida laboral de la personal, llevando así a problemas emocionales que comenzaron a pasar factura a su productividad y su estilo de vida.
De esta manera, síndromes como el Burnout encendieron las alarmas casi a niveles iguales como el COVID-19, llevando a los líderes de RH a buscar soluciones que pudieran abarcar un cuidado 360° para los empleados, pues se logró entender que la salud emocional es tan importante como la física para lograr alcanzar una Salud Laboral integral.
¿Cómo puedo asegurar la salud de mis colaboradores?
Si dentro de los planes de tu compañía se encuentra en evaluación un regreso gradual a las actividades empresariales, no te preocupes: hoy, la información está a tu alcance más que nunca.
Para la Organización Internacional del Trabajo, la seguridad y la salud dentro del entorno laboral debe considerarse como una inversión de primera importancia para proteger a los trabajadores y sus familias, con la finalidad de asegurar la continuidad de los procesos en las organizaciones.
Derivado de ello, ha puesto a disposición de todas las empresas de América Latina y el Caribe una serie de pasos base a seguir, buscando que el retorno a las actividades presenciales (sea de manera formal o de forma híbrida) se realice en un entorno seguro, saludable y pueda prevenir brotes de enfermedades, tanto físicas como mentales.
Estos pasos se desglosan de la siguiente manera:
- Define al equipo que organizará el retorno al trabajo
Si la empresa ya cuenta con un comité de seguridad y salud, se le puede convocar; en caso de que no, se deberá integrar el equipo con la más amplia representación de las distintas categorías y disciplinas del personal del sector o de la empresa, así como con un enfoque de género.
Deberás capacitar a los integrantes del equipo sobre los principios básicos para la formulación e implementación de las medidas preventivas y de control para, posteriormente, informar a los integrantes del equipo sobre los pasos a seguir para organizar el retorno seguro y saludable al trabajo.
- Decide quién regresa al trabajo y de qué forma lo harán
Proporciona a las personas trabajadoras toda la información necesaria sobre el proceso y las medidas adoptadas antes del retorno al trabajo. Para comenzar, establecer nuevas políticas y procedimientos sobre el número de personas trabajadoras y visitantes en el lugar de trabajo te será de gran ayuda.
En la medida de lo posible, puedes planificar la reapertura en fases desde un nivel mínimo de operaciones a un nivel normal, identificando al personal crítico que asistirá a los lugares de trabajo durante las primeras fases del proceso de reapertura. Recuerda tener en cuenta a colaboradores de tu plantilla que puedan ser vulnerables (como personas mayores de 55 años, embarazadas y empleados con enfermedades autoinmunes) y asegura, de ser necesario su regreso, un ambiente lo más favorable para ellos.
- Adopta medidas de ingeniería, organizacionales y de higiene
Revisa todos los procesos y espacios de trabajo a fin de reducir, en la medida de lo posible, la interacción y el contacto entre las personas (por ejemplo, digitalizando procesos). De igual forma, determina y señaliza el aforo de lugares de trabajo y espacios comunes, añadiendo señalizaciones sobre el uso de cubre bocas obligatorio en espacios cerrados.
De igual forma, promueve la higiene personal por medio del uso de geles desinfectantes y medidas sanitarias esenciales (como el uso de pañuelos desechables y el lavado de manos de forma frecuente), así como la desinfección del lugar cada cierto tiempo para minimizar la posibilidad de alojar algún virus.
- Vigila la salud física y emocional de tus trabajadores
Monitorear el estado de salud de los empleados y desarrollar protocolos para los casos de sospecha de un posible contagio será de vital importancia para asegurar un retorno al trabajo tranquilo y previniendo brotes de virus. Para ello, puedes apoyarte de herramientas que te brindarán en tiempo real un registro de síntomas importantes, como temperatura y ritmo cardiaco, además de permitirte evaluar el riesgo del lugar presencial de trabajo; adicional, llevar un expediente específico por colaborador para registrar cualquier síntoma de COVID-19 y otras enfermedades te ayudará a brindarles un mejor seguimiento.
Recuerda que, de presentarse un brote dentro de tu compañía (lo que se denomina como ‘origen laboral’), deberás comunicarlo a las instituciones correspondientes para tener acceso a los protocolos de emergencia a nivel estatal o nacional.
Por otro lado, como leíamos en párrafos anteriores, la salud emocional es también un aspecto importante en el que hay que focalizar esfuerzos; por ello, puedes comenzar por monitorear las interacciones entre las personas trabajadoras y con terceros con el fin de identificar cambios de comportamiento que puedan indicar factores de riesgo psicosocial.
De igual manera, poner a disposición de los trabajadores servicios de asesoramiento psicológico en caso necesario ayudará a fomentar la promoción de la salud y el bienestar en el lugar de trabajo a través del descanso suficiente, el equilibrio de la actividad física y mental y la adecuada conciliación de la vida laboral y personal.
Por último, no olvides que promover el derecho de desconexión digital para aquellos colaboradores que se encuentren laborando en una modalidad híbrida o a distancia será vital para incentivar la separación de la vida laboral y personal, a fin de mejorar su bienestar y productividad en todas las actividades que realicen.
- Monitorea y actualiza los protocolos y estrategias de prevención
Realizar un monitoreo periódicamente, en conjunto con el comité de prevención o líderes de departamento, ayudará a evaluar las medidas de prevención y control acordadas e implementadas, buscando determinar si han sido adecuadas para evitar o minimizar el riesgo e identificar e implementar acciones correctivas para la mejora continua.
Recuerda que la emergencia sanitaria se encuentra aún activa, sin embargo, la Nueva Normalidad nos ha alcanzado y debemos utilizar las herramientas a nuestro alcance para adaptarnos a ella de la mejor manera.
No bajes la guardia en el camino: apoyando y siguiendo de cerca los pasos de tu equipo de trabajo estamos seguros que tu empresa alcanzará con más fuerza el siguiente nivel.
