Durante mucho tiempo hemos escuchando el término “Cultura organizacional”, el cual se ha ligado a las empresas, específicamente a los departamentos de Recursos Humanos. Pero, ¿te has puesto a pensar cómo puede este término implementarse en tu organización y ayudar a mejorar la percepción de tu empresa en tu equipo de trabajo?
Entendiendo la cultura organizacional
Para ello, es importante entender qué es la cultura organizacional. Por este término, nos referimos a todas esas normas, principios y valores que una empresa tiene como base. Estos son, principios y lineamientos relacionados directamente con la estructura de la compañía, sus métodos de trabajo y la manera en la que la empresa se presenta hacia sus empleados, clientes y proveedores.
¿Por qué es importante construir una cultura organizacional adecuada? Porque es, sin más ni más, la carta de presentación de una empresa: de manera interna, al ver cómo se relaciona con sus trabajadores y el clima laboral que ofrece y, de manera externa, la actitud social e imagen corporativa que brinda a sus clientes y prospectos.
Cultura organizacional funcional: las bases del éxito
Ya sea que tu empresa sea pequeña, mediana o grande, existen algunos puntos base para comenzar a crear y evaluar la cultura organizacional dentro de ella:
- Normas organizacionales: desde el código de conducta hasta el plan de carrera para los colaboradores, es importante definir estos aspectos, siempre basados en los procedimientos operativos.
- Estructura organizacional: más allá de hablar de una posición de poder supremo, es importante tomar en cuenta de qué manera se desarrolla el organigrama de una empresa y las partes que lo componen. Esto permitirá conocer, tanto a colaboradores como a clientes y futuros prospectos cuál es el método de trabajo que se sigue e incluso las herramientas de las que se pueden echar mano para llevar a cabo un flujo sano y funcional de trabajo.
- Relaciones entre colaboradores: ligado al punto anterior, las relaciones lineales o ramificadas entre colaboradores influirán directamente en el clima de la empresa, impactando así en cómo se percibe la cultura organizacional dentro y fuera de ella.
- Valores y misión de la empresa: ¿cuál es el objetivo de la compañía? ¿Qué puede aportar y cómo facilita la vida de sus clientes? ¿A dónde pretende llegar dentro de la industria en la que se desenvuelve? Aquí es importante la visión a largo plazo, pues necesitamos generar un plan estructurado que nos lleve a un objetivo sustentable y que, al mismo tiempo, que se mantenga en constante evolución.
Tipos de cultura organizacional
Si bien es cierto que la mayoría de las industrias puede manejar de forma diferente sus procesos, cuando hablamos de cultura organizacional podemos encontrar 3 tipos que las empresas toman como base para generarla:
- Cultura responsable: aquella que se orienta hacia sus grupos de interés con una gestión ética e integral. Define sus pautas de conducta y las sigue al pie de la letra, mientras promueve el uso eficiente de sus recursos para asegurar el éxito de su organización en el futuro. De igual manera, enfoca sus esfuerzos para entender, satisfacer y atender las necesidades de sus clientes.
- Cultura humanista: se enfoca en atraer, desarrollar y retener a su talento, teniendo como base las relaciones fuertes y comunicación efectiva. Esta cultura suele apostar por el desarrollo de su talento, pues sabe que es su mejor activo. De igual manera, maneja toda la información con transparencia y trata de crear y fortalecer relaciones de confianza y respeto.
- Cultura competitiva: busca dar resultados, ser eficiente y mantener una constante innovación en sus procesos internos, lo cual mejorará la productividad. Maneja procesos orientados al logro con un alto nivel de desempeño, y utiliza el liderazgo para orientar y asegurar la finalización de objetivos en común.
¿Por qué falla la cultura organizacional?
En ocasiones, la estrategia de una empresa donde se encuentra como base una cultura organizacional puede ser ineficaz, ya que la cultura planteada no es coherente en algunos de sus puntos. De igual manera, las empresas pueden fallar al elegir una única cultura organizacional, cuando es una realidad que éstas pueden convivir unas con otras; es un error encasillar y tipificar las culturas ya que, al ser únicas y dinámicas se mantienen en constante evolución.
Para que una cultura organizacional sea tomada como eficaz, esta debe permitir a sus colaboradores identificarse con su mensaje, para, por este medio, lograr un sentido de pertenencia. Al final del día, es innegable que tus trabajadores son los mejores embajadores de tu marca, y la forma en la que ellos perciban su entorno es la manera en la que hablarán de él fuera de las instalaciones y relaciones laborales.
Los empleados son tan importantes para una empresa como sus clientes, por ello, si se sienten cuidados y guiados por una estrategia que busque su crecimiento, tanto personal como profesional, así como su bienestar, desembocará en una lealtad que puede aumentar y mejorar la retención del talento.
Por último, recuerda que la comunicación y la transparencia son puntos clave para lograr el éxito de tu cultura organizacional, así como el estar abierto al feedback de tu equipo respecto a la misma.
¿Conocías alguno de estos puntos? ¿Qué clase de cultura organizacional maneja tu empresa? Cuéntanos de qué manera ha impactado dentro y fuera de tu organización: estamos seguros que será una muy buena historia para compartir.