Es un hecho que durante los últimos meses hemos vivido grandes cambios derivados de un factor que muchos veíamos lejano: una pandemia mundial. Sin embargo, en lugar de retrasarnos de forma prolongada, el COVID-19 nos impulsó en muchos aspectos, llevándonos a encontrarnos con la construcción de escenarios que antes sentíamos ajenos o difíciles de llevar a cabo.
Uno de estos escenarios es el empoderamiento del liderazgo femenino dentro de las compañías. ¿Quieres saber cómo se fue acrecentando y cómo puedes establecerlo en la Nueva Normalidad de tu compañía? Leamos esta entrada del #blogWorkbeat para conocer más. ¿Nos acompañas?
Liderazgo femenino: la inclusión laboral más allá del 8M
Si bien es cierto que movimientos como el 8M han puesto los ojos del mundo en las mujeres durante los últimos años, la realidad es que el empoderamiento femenino lleva más tiempo tejiéndose y siendo impulsado desde las trincheras internas de las compañías alrededor del mundo, dejándonos en claro que hoy el liderazgo no tiene que ser asignado a hombres en un sector y a mujeres en otro, sino que ambos géneros pueden hacer sinergia y magnificar sus habilidades al máximo.
Gran parte de este cambio ha sido impulsado por los equipos de RH de las compañías, quienes en conjunto con los directivos y líderes de equipo de las empresas han apostado por programas de inclusión y diversidad laboral, los cuales van más allá de otorgar un número nivelado entre las y los colaboradores: se han metido de lleno, bajo la premisa del Cuidado al Empleado, a documentarse y trazar nuevos caminos y planes de carrera para su talento con base en sus aptitudes, permitiéndoles, de igual manera, aprender en el camino y descubrir nuevas opciones relacionadas (o algunas veces no) a sus actividades diarias.
Otro gran factor que ha ayudado a detonar el liderazgo femenino dentro de las compañías ha sido la flexibilidad laboral, pues la implementación de nuevas modalidades de trabajo ha ayudado a que las mujeres puedan llevar su vida profesional y contar con tiempo de calidad para desarrollar su vida personal, sin que una esté peleada con la otra.
Es gracias a este cambio de paradigma que se ha tejido, como mencionamos en líneas anteriores, una visión del trabajo sin precedentes que se enfoca, ‘de botepronto’ en el talento para que, posteriormente éste se enfoque en lo que realmente importa: su crecimiento para, a la par, alcanzar su mejor versión y brindar lo mejor de sí en sus tareas diarias.
De esta manera hemos visto que las brechas laborales se cierran de manera gradual, dejando en claro que las oportunidades son de quienes las merecen y no de quienes parece que las merezcan, impactando de forma positiva a las compañías y para el desarrollo de las empresas, colocando a las mujeres como imágenes exitosas en un ambiente progresista, ya sea en una modalidad de trabajo online, presencial o híbrida.
¿Cómo impulsar el liderazgo en mi empresa?
Una de las principales preocupaciones de los líderes de RH es cómo se pueden adaptar los procesos de las compañías a la Nueva Normalidad, y, para comenzar, debemos aceptar que este panorama que apuesta por trabajos flexibles y nuevas adiciones como el salario emocional debe ser respaldado por las empresas, las cuales deben ser conscientes y entender las necesidades de sus equipos, reconociendo de forma continua sus aportaciones.
Si dentro de tu agenda se encuentra el encontrar nuevas estrategias para impulsar de forma continua el liderazgo de tu talento para llevarlo al siguiente nivel, puedes comenzar siguiendo estos pasos clave:
- Apuesta por protocolos de promoción transparentes, flexibles y accesibles para todos, donde la diversidad y la inclusión sean parte de los ejes para identificar y seleccionar a los mejores talentos para tus vacantes.
Si promocionas internamente, puedes apoyarte de herramientas de evaluación de Desempeño y Evaluaciones 360° para encontrar a los colaboradores que pueden ser candidatos para avanzar en el organigrama laboral. Si, por el contrario, necesitas atraer a nuevos candidatos, toma en consideración herramientas que te permitan conocer sus perfiles de forma integral, como Matrices de Consenso y Selección y filtrado de CVs.
- ¡Nunca dejes de capacitar! El crecimiento de un talento está, en gran parte, en manos de sus superiores. Por ello será esencial que desarrolles al talento por medio de cursos, capacitaciones o diplomados que vayan acorde a sus habilidades o intereses. Apóyate de una plataforma que te permita asignar y llevar un registro de estos cursos para tu equipo y, por supuesto, nunca dejes de escuchar sus recomendaciones: recuerda que tu primer cliente son tus empleados.
- Se flexible con tu equipo. Sabemos que, dada su naturaleza, no todas las industrias pueden optar por trabajar a distancia o en modelos diferentes al presencial, pero si tu compañía tiene la opción de trasladar sus operaciones a este formato puedes realizar pruebas para brindar a tu equipo la facilidad de laborar bajo diversos esquemas y encontrar el que más sea funcional para tus colaboradores.
Aun así, la flexibilidad no solo se estanca en las modalidades de trabajo: puedes llevar a cabo prácticas como días de descanso a cuenta, permisos gestionados bajo diversas situaciones y alguna remuneración por objetivos o metas alcanzadas; RH tardó, pero afortunadamente entendimos que colaboradores motivados son agentes de cambio, pues refuerzan el employer banding e impulsan a la compañía a alcanzar el éxito.
Sabemos que estos son pasos básicos, sin embargo, pueden ser un buen cimiento para lograr un gran cambio, pues es un hecho que la lucha por lograr ambientes laborales dinámicos, diversos, incluyentes y prósperos es un trabajo de todos los días, donde involucramos a todos los equipos, independientemente de sus funciones.
De igual manera, ser capaces de eliminar las brechas que enfrentan las mujeres, y aumentar su participación en puestos de toma de decisión es un reto que debemos enfrentar ya mismo para impulsar la recuperación socioeconómica en general.
Por ello, puedes apoyarte de herramientas que hoy te brindan la ayuda que se necesita para dar los primeros avances a la entrada de una realidad nueva y más justa, la cual nos encaminará para enfrentar el futuro de forma segura, y por qué no, exitosa.