Al iniciar un nuevo Q, es común que dentro de las compañías se realice un balance sobre los resultados obtenidos durante los 3 meses anteriores de trabajo; este abril no es la excepción, pues para los líderes de RH es el momento ideal para evaluar el rendimiento de sus equipos y la obtención de resultados, así como encontrar áreas de oportunidad para atacar durante los meses subsecuentes.
Es aquí cuando las métricas cobran especial relevancia, y saber cómo evaluarlas será el mejor aliado para obtener el mayor provecho. Si te preguntaran, al generar un reporte ¿te inclinarías por utilizar un OKR o un KPI?
En caso de que no sepas la respuesta ¡no te preocupes! En esta entrada delo #blogWorkbeat te contaremos más sobre ellos, sus principales ventajas y cuándo es más recomendable utilizarlos. ¡Vamos a ello!
OKR’s y KPI’s: más allá de simples acrónimos
Para comenzar, creemos necesario dejar sobre la mesa la definición de ambos términos, comenzando por los KPI’s (o Indicadores Clave de Renidmiento), los cuales son métricas de éxito cuantitativas que son usadas para brindar seguimiento a objetivos o proyectos comerciales dentro de una compañía, es decir, básicamente puedes asignar KPI’s para cualquier iniciativa dentro de la compañía que cuente con metas establecidas.
Por otro lado, si bien es cierto que los KPI’s pueden tener usos diversos, las métricas elegidas para medirlos deben ser específicas con base en el objetivo definido previamente, buscando que estos no sean los mismos para diferentes proyectos, ya que es imperativo que el KPI que se usa para supervisar el desempeño, por ejemplo, en Redes Sociales de una empresa no es el mismo que se usará dentro del departamento de TI para darle seguimiento a uno de sus entregables.
Un ejemplo de la implementación de KPIs puede ser:
- Conocer el porcentaje de incremento de ventas en una sucursal
- Obtener la tasa de rotación de la compañía
- Medir el aumento en fans en las redes sociales de la empresa
Por otro lado, los Objetivos y Resultados Clave (u OKR por sus siglas en inglés) ayudan a combinar los objetivos de negocios con un conjunto de métodos medibles que se implementan para poder alcanzarlos, permitiendo utilizarlos para medir todo tipo de propósitos como objetivos profesionales a largo plazo, trimestrales o personales.
Es por esto que hay que recordar que los resultados clave son las formas medibles en las que planificas alcanzar tus objetivos; a diferencia de los KPI, los resultados clave no necesariamente tienen que ser cuantitativos, es decir, estar basados en números, tomando como ejemplo:
- Implementar planes de compensación dentro de la empresa
- Mejorar el contenido publicado en redes sociales
- Actualizar las bases de datos de nuestros clientes
Por ello, si bien el uso de los OKR es flexible, estos suelen ser más efectivos cuando se conectan con los OKR de otros departamentos.
Según un estudio de Asana, el 34 % de los miembros del equipo afirmaron que se sentirían más motivados en el trabajo si comprendieran cómo su trabajo se relaciona con la misión de la empresa.
Pero, ¿cuál es la mejor métrica a implementar en mis reportes?
La realidad es que no existe una opción correcta o incorrecta al momento de elegir entre OKR y KPI para llevar a cabo un reporte. Pero sin lugar a dudas podemos identificar cuál es el inicio del camino para seleccionar la que más se adapte a nuestras intenciones.
Por ello es necesario comenzar por tener en claro las intenciones de nuestro reporte, es decir, qué necesitamos medir o comunicar para externar los resultados al equipo.
Si deseas medir resultados en números o mejorar iniciativas o procesos pasados, puedes inclinarte por seleccionar los KPI, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
¿Cómo elegir un KPI correctamente? | |
Asegúrate que se conecte con tus objetivos estratégicos | Que sea medible considerando puntos de referencia, como periodos o datos anteriores |
Que ayude a informar sobre la planificación de recursos | Que ayude a realizar un seguimiento en lo que se puede modificar desde RH |
Si no sabes bien qué KPI’s puedes seleccionar, una gran opción es apoyarte de plataformas de gestión de personal y Cuidado al empleado que ya cuentan con las métricas más importantes para los equipos de RH, lo cual te ahorrará trabajo (y también dolores de cabeza); entre más personalizables sean estos, será mejor.
Posteriormente, una vez que hayas elegido tus KPI llegará el momento de supervisarlos a lo largo del periodo de trabajo, este puede ser quincenal, mensual, trimestral o anual; esto será de gran ayuda para identificar los avances y las áreas de oportunidad para accionar antes de que las metas colisionen y no se cumplan.
Contar con un dashboard de métricas en tiempo real te ayudará a compartir el progreso de los objetivos con tu equipo, lo que facilitará la comunicación entre departamentos.
Por otra parte, si dentro de tu compañía se busca alcanzar objetivos cualitativos más ambiciosos, los OKR será la mejor opción, pues además de ayudarnos a medir los avances y el alcance de metas incentivará al equipo a mantenerse motivado en el camino por alcanzar sus objetivos.
Para definir un OKR, puedes guiarte usando la frase
Alcanzaré [objetivo], apoyado por [resultado clave].
Recuerda que dentro de los OKR definimos a un objetivo como cualquier meta que deseamos lograr y que no necesariamente se basa en números, como, por ejemplo:
- Mejorar el clima laboral de la compañía
- Aumentar la satisfacción de los colaboradores dentro de la empresa
- Implementar un plan de lealtad entre los clientes
En este punto, utilizar plataformas con módulos de Desempeño será de gran apoyo para que puedas establecer objetivos y medir el progreso de tu equipo en la carrera por alcanzarlos, lo que también te permitirá implementar planes de acción en caso de que se presente algún tropiezo.
Apoyarte también de Encuestas de Clima laboral y Evaluaciones 360° puede darte un plus para definir tanto KPIs como OKRs para tomar como base entre los logros de tu plantilla.
Sin embargo, es importante aclarar que, aunque los KPI y los OKR pueden funcionar por separado no necesariamente tiene que ser siempre así, pues al combinarlos para definir y medir los objetivos se obtendrá una mejora en el desempeño de la compañía dentro de la búsqueda y alcance de metas.
Recuerda que hoy la tecnología juega a nuestro favor, y podemos utilizarla para obtener las mejores herramientas para llevar a nuestros equipos al siguiente nivel. No las dejes de lado y comienza a alcanzar la mejor versión (y los mejores resultados) de tus equipos.