Después de dos años de pandemia, la fuerza laboral está agotada física y mentalmente. Pues en los últimos 24 meses, las largas jornadas laborales por home office, cargas de trabajo, incertidumbre económica, entre otros factores, han cobrado factura.
Y pensar en un regreso los llena de dudas que pueden afectar su salud mental y desempeño profesional. Incluso, según El Economista dice que el 83% de los empleadores opina que el estrés, el agotamiento y las afectaciones en la salud mental es el principal riesgo que enfrentan los empleados en 2022.
Para los empleados en home office, este regreso es un gran reto
Varias encuestas han demostrado que los colaboradores remotos trabajaron más horas que antes de la pandemia. La realidad es que trabajar desde casa a menudo puede hacer que los días se sientan más largos y pesados.
Entonces ¿trabajo en casa representa más trabajo? No debería ser así. No es necesario pasar horas extra encorvado sobre un teclado mucho después de que se esconda el sol.
Hablar de un regreso para los empleados con esta modalidad, significa que pudieran empezar a imaginar jornadas aún más largas y pesadas que las que ya tenían en el trabajo remoto. Para ello se recomienda equipar a la organización con herramientas que establezcan las horas de trabajo básicas y que sea una política apegarse a ellas.
También es importante que en este regreso se normalice tomar descansos, aunque parezca increíble, muchos de los trabajadores se privaban de tenerlos mientras trabajaban desde casa.
Con esto listo, los equipos de recursos humanos podrían ayudar a que el día se sienta menos como un trabajo interminable y más como un día normal en la oficina de los que tal vez ya se olvidaron.
Principales preocupaciones
Después de una pandemia que envió a millones a casa, hay 3 principales preocupaciones:
- Flexibilidad Laboral. Todos tenemos una hora del día en la que nos sentimos más productivos y enfocados, se piensa que con el regreso a las oficinas se perderá la libertad para manejar el tiempo.
- Tiempos de traslado. Con este regreso, los colaboradores también le darán la bienvenida al clásico tráfico de las grandes ciudades, sin dejar de lado que hay que volver a considerar los gastos de transporte que los viajes diarios implicarían.
- Medidas de salud en la empresa. Aunque poco a poco crecen los porcentajes de personas vacunadas, no está de más que las organizaciones se comprometan a implementar protocolos de alto estándar para evitar un brote de contagios entre los empleados.
Que el regreso no se vuelva un caos, sino una buena noticia
En todo esto, la comunicación clara sobre el plan post-COVID-19 es clave tanto para las empresas como para los colaboradores. De lo contrario, el regreso puede convertirse en un proceso lleno de incertidumbre y confusión. Y esto es lo último que queremos. Pues un regreso es un paso hacia adelante, una prueba latente de que los malos tiempos están quedando atrás.
Algunas organizaciones pueden estar en las etapas finales de planificación o reevaluación de sus políticas debido a las variantes del virus. Sin embargo, es importante considerar plantear políticas lo suficientemente flexibles que permitan adaptarse a cualquier condición ¡y lo más importante! compartirlas con toda la organización, así todos caminarán en una misma dirección.
Después del home office hay que adaptarse… de nuevo
Entonces, ¿qué significa regresar a las oficinas? Por supuesto, dejar atrás el home office, portar cubrebocas todo el día y regresar a los viajes diarios podrían ser un desafío. Pero no todo es malo, también volverán a las pláticas de pasillo y el encuentro con compañeros de otras áreas.
Definitivamente el COVID-19 y sus variantes deben permanecer en nuestros espejos retrovisores. Pero no hay que dejar de avanzar.Para eso lo mejor es un regreso con precaución y con tecnología que permita:
- Llevar el seguimiento del historial de padecimientos, síntomas y estado de salud de los colaboradores. Pues sabemos que la pandemia no ha terminado. Lo mejor será estar listos para mantener controlados los casos positivos que durante la operación surjan entre la plantilla.
- Evitar que todos tengan contacto con un mismo dispositivo para registrar sus entradas y salidas. Para ello se puede optar por checar asistencia con los teléfonos celulares de cada colaborador, o ¿por qué no? Con reconocimiento facial.
- Comunicar las políticas del regreso es clave. Por eso es importante publicarlas en un lugar visible y que permita el acceso a ellos en cualquier momento.
- Preguntar a los colaboradores sobre su experiencia para que la organización pueda responder y respaldar sus necesidades. Integrar preguntas de este tema a las encuestas de clima organizacional ayudarán a llegar al centro del problema e invitaran a comentarios honestos gracias a que las respuestas son anónimas.
- Organizar los ingresos. Pues uno de los beneficios que los empleados tenían en home office era el ahorro en transporte y alimentos. Por eso es importante que ahora los trabajadores tengan acceso a todos los detalles del pago de su nómina. Así como también a beneficios como ahorros y préstamos.
En conclusión. Con el plan y con el apoyo de la tecnología correcta en este proceso, la empresa brindará una experiencia de regreso a las oficinas que los hará sentir cuidados y parte de una compañía que busca la mejora continua.