Para nadie es un secreto que, hoy en día, hay muchos e importantes factores que pueden afectar el ambiente laboral.
Desde la incertidumbre derivada de los nuevos procesos y modelos de trabajo hasta temas de salud mental que pueden llegar a mermar la productividad, como el Burnout, la mayoría de las empresas pueden perderse en un tema que antes era visto como tendencia, pero que hoy se posiciona como un eje angular dentro de todas las compañías y su relación con sus colaboradores: la gestión de la felicidad organizacional.
¿Qué es la felicidad organizacional y cómo impacta en el ambiente laboral?
Para comenzar a entender este concepto y su importancia dentro de las estrategias empresariales, debemos comenzar con una definición básica.
Felicidad organizacional es la capacidad que posee una compañía para ofrecer y facilitar a sus colaboradores todas aquellas condiciones y procesos de trabajo que les permitan realizar un adecuado despliegue de sus fortalezas individuales y grupales, con la finalidad de afianzar y dirigir su desempeño hacia aquellas metas organizacionales sustentables y sostenibles, construyendo de esta forma un activo organizacional intangible único.
De igual manera, es importante dejar en claro que felicidad organizacional y felicidad laboral no son el mismo concepto, y si bien pueden compartir una base, hasta cierto punto se rigen por puntos que las diferencian entre sí.
Una de las principales diferencias es que la felicidad organizacional es una capacidad que desarrolla una organización de forma estratégica con la finalidad de generar un bienestar subjetivo en sus trabajadores, haciéndose así de una ventaja competitiva difícilmente imitable por sus competidores dentro de la industria en la parte de atracción de talento; por otra parte, la felicidad en el trabajo son aquellas acciones individuales que las personas llevan a cabo dentro del ambiente laboral para mejorar su bienestar o la percepción de felicidad que los colaboradores tienen dentro de su organización.
Felicidad organizacional es la capacidad de la organización para coordinar recursos y gestión para hacer una oferta de valor para los trabajadores; Felicidad en el trabajo es la percepción personal y subjetiva de los trabajadores acerca de su bienestar, crecimiento y salud en el trabajo.
A pesar de los esfuerzos realizados por las empresas derivados, en su mayoría, del estallido provocado por la pandemia, el liderazgo que hoy actualmente se presencia en todas las compañías requiere de sus propias estrategias personalizadas, y en ellas no puede faltar el bienestar corporativo.
Según Andrés Pascual, director del módulo Chief Happines Officer del Executive Master en Dirección de Recursos Humanos de UNIR, “las nuevas generaciones demandan una forma de liderazgo basado en el ser humano, que respete unos valores de plenitud personal y sostenibilidad acordes con el tiempo. No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”.
El liderazgo del bienestar: ¿Qué beneficios trae al ambiente laboral?
Después de lo expuesto anteriormente, ¿cómo podemos ligar la necesidad de la formación continua en la gestión de felicidad con el liderazgo? Aquí, será fundamental apelar a proceso e implementación de liderazgo que coloque a los colaboradores en el centro, buscando darle tanta importancia a si bienestar físico, emocional y social como al buen funcionamiento de la organización.
La felicidad organizacional es una responsabilidad conjunta entre las compañías y los trabajadores, pues la responsabilidad final de la felicidad sigue siendo personal. Si bien empresa no puede hacerse cargo de forma directa de la felicidad de los trabajadores, lo que sí necesita y debe hacer una organización es facilitar todas aquellas condiciones organizacionales que favorezcan el despliegue del bienestar psicológico, así como las fortalezas de las personas y la gestión del talento en los equipos.
Es así como concebir la felicidad organizacional como una capacidad estratégica produce aumento en cuatro tipos de resultados:
- Rentabilidad
- Calidad de servicio al cliente
- Excelencia operacional
- Bienestar subjetivo de los trabajadores
De esta manera podemos presenciar una repercusión positiva y directa en las empresas, no solo por la reducción de costos o una baja en su rotación, sino también por el incremento de la productividad y el rendimiento de la plantilla.
Así pues, una vez evidenciado que el bienestar corporativo y la gestión de la felicidad son dos premisas de gran relevancia en las compañías actuales, es importante definir aquellas características que definirán a un líder y cómo es posible hacerse de las mismas.
¿Cómo construir un liderazgo positivo?
Después de leer lo anterior es normal que una pregunta, simple pero realmente importante, nos asalte: ¿es posible aprender aquellas habilidades necesarias para ejercer un liderazgo positivo? Y la respuesta es sí.
En definitiva, es cierto que existen elementos con una capacidad innata para atraer y relacionarse con los demás, pero también es cierto que este mismo talento se puede compartir, adquirir y multiplicar.
Así pues, la incertidumbre es uno de los retos a los que debe enfrentarse un líder en la actualidad, caracterizada por la continua disrupción derivada del mundo tan cambiante en el que vivimos, situaciones y acciones que impactan a las industrias, empresas y personas mismas.
De esta manera, encontramos que las principales características para contar con un buen líder (y apoyo para un buen ambiente laboral) son:
- Debe ser motivador
Cualquier buen líder debe poder motivar a su equipo con diferentes estrategias que lleven a conseguir un buen ambiente laboral, trabajando de forma conjunta para el logro de objetivos.
- Debe fomentar la comunicación
La comunicación fluida es una característica necesaria de un líder empresarial, lo cual hace más fácil las relaciones externas e internas de la empresa.
- Debe ser honesto
Ser transparente y sincero proporciona a un líder un nivel de confianza y credibilidad frente al equipo que lidera; de igual manera, sus acciones deben ir en concordancia con lo que dice para que el mensaje sea más claro y coherente.
- Debe tener capacidad para la resolución rápida de problemas
Tener la capacidad de resolver problemas es otra de las características de un líder. Saber anteponerse a situaciones complicadas o crisis facilitará el camino a los empleados y creará un protocolo de riesgos para actuar lo más rápido posible cuando estas se presenten.
- Debe ser creativo
En definitiva, un buen líder no es un líder si carece de creatividad. Una persona creativa resolverá los problemas de forma diferente usando métodos innovadores y modificando las estrategias según marque el camino, en beneficio de su equipo y procesos.
- Necesita saber delegar
Un líder bueno sabe que la clave del éxito recae al 100% en su equipo y en la gestión que se haga de este. Es muy importante saber coordinar todas sus capacidades, por lo que debe saber delegar, dirigir y supervisar para alcanzar los objetivos, brindando así autonomía a su plantilla.
- Debe ser disciplinado
Si bien un líder debe empatizar con los empleados, también debe ser disciplinado para transmitir exigencia, no sólo a los colaboradores sino a sí mismo para dar un buen ejemplo de trabajo y productividad.
Es así como comprendemos que la implementación exitosa de sistemas de gestión de felicidad organizacional en las compañías alrededor del mundo ha demostrado que sí es posible operarla, obteniendo un alto y positivo impacto, tanto en los resultados de la compañía de forma externa al alcanzar sus objetivos, como de forma interna al lograr la satisfacción de su activo más importante: sus colaboradores.
Por ello, contar con herramientas que puedan facilitarnos el trabajo, brindando a los empleados todas estas herramientas que les puedan empoderar en su día a día y facilitar sus tareas, será de gran ayuda para que los departamentos de RH y sus líderes puedan enfocarse en el eje central de su nueva estrategia: su plantilla y su felicidad dentro de las compañías.
