El proceso de selección de personal es decisivo para que un candidato decida unirse o no a una compañía. Los postulantes actuales, tienen expectativas y prioridades diferentes de las de años anteriores, y esto las empresas deben tenerlo en cuenta para crear sus estrategias de atracción de talento.
¿Cuáles son esas nuevas prácticas y cómo cambian la relación entre candidato-empresa? De eso hablaremos en este artículo.
Conocer y entender a los candidatos es clave
El primer paso para ofrecerle al candidato una experiencia que los haga quedarse, es entender qué busca, ya que únicamente si la empresa les ofrece beneficios acordes a sus expectativas conseguirá atraer su atención.
Hoy los postulantes están acostumbrados a recibir notificaciones y actualizaciones de forma prácticamente instantánea. Los candidatos esperan esto mismo de las empresas, es decir que se comuniquen con ellos usando tecnología y de forma fluida.
Pero lo sabemos, los procesos toman tiempo, y muchas veces la decisión no depende de solo 1 persona, entonces ¿cómo solventar la ausencia de información? Un consejo para los departamentos de reclutamiento y selección es que sean honestos con el candidato. Si es necesaria una segunda entrevista laboral, pero ésta se va a demorar, una buena idea es dar un plazo aproximado; o si se necesita ver más candidatos también se puede compartir abiertamente.
En especial las nuevas generaciones valoran la comunicación clara y transparente. En cambio, si el candidato no recibe información es posible que piense que no fue seleccionado y busque nuevas oportunidades. ¿Te imaginas perder a mejor candidato por falta de información? ¡no se puede permitir!
Cuando la experiencia durante el proceso de reclutamiento es lo más importante se consigue más que el candidato ideal
Uno de los errores que cometen muchas organizaciones es ver el proceso de selección como un ejercicio de filtrado y asumir que los postulantes que no encajan en el perfil que se está buscando no son adecuados para la compañía. Pero ¿por qué no valorar también aquellos aspectos que se podrían mejorar?
Para ello, se pueden hacer las siguientes preguntas al finalizar el proceso:
• ¿Qué impresión has obtenido de organización?
• ¿Cómo te has sentido durante el proceso?
• ¿Te has identificado con la compañía?
• ¿Has recibido la información con suficiente rapidez?
• ¿Te has sentido respetado durante el proceso?
Se considera que los puntos de contacto con el candidato más importantes son entre la primera y la segunda entrevista, es decir cuando el postulante pasa a una segunda etapa. Otros puntos cruciales son cuando se presenta una oferta económica y antes de que el candidato se incorpore a su puesto.
Sin embargo, muchas empresas han descubierto tras incorporar estas preguntas sus procesos de selección que la información que ofrecen en estas etapas no es tan detallada y ágil como lo esperan los candidatos.
En concusión, conocer cuáles son los aspectos del proceso de selección que no cumplen con las expectativas de los candidatos y convertirse en la única empresa que los cubra es una magnífica oportunidad para conseguir a los mejores.