Desde hace tiempo hemos escuchado del gran cambio en la forma de ver, llevar y vivir el empleo. Sin embargo, nunca había sido tan palpable y real como cuando nos vimos forzados a trasladar las relaciones interpersonales a un teléfono móvil o a una computadora, a generar compañerismo y a procurar la productividad independientemente de la modalidad de trabajo.
Como veíamos en entradas anteriores, en esta nueva perspectiva laboral, cuidar de los empleados más que una tendencia es una emergencia que se debe atender, pero ¿esta emergencia ha llegado a sustituir la cultura laboral de las empresas?
Cultura laboral: recordando los cimientos
Para comenzar, hay que recordar que cuando hablamos de cultura laboral hacemos referencia a todos aquellos comportamientos que surgen y se afianzan dentro de las compañías con la finalidad de seguir una línea de reglas, valores y visión acordes a los objetivos de las empresas.
Asimismo, cada organización posee su propia cultura, la cual determina comportamientos y formas de relacionarse, llegando a facilitar u obstaculizar los procesos y la comunicación.
Dentro de este margen, encontramos 3 tipos de cultura que fungen como base en la mayoría de las compañías:
• Cultura responsable: orientada hacia grupos de interés con una gestión ética e integral.
• Cultura humanista: enfocada en atraer, desarrollar y retener a su talento, teniendo como base las relaciones fuertes y la comunicación efectiva.
• Cultura competitiva: busca dar resultados, ser eficiente y mantener una constante innovación en sus procesos internos, lo cual mejorará la productividad.
Con base en estas tres vertientes, las empresas desarrollan una cultura laboral única apegada a su filosofía, valores, objetivos de negocio e industria. Si bien las compañías se esfuerzan por adaptar e innovar sus lineamientos, formas de comunicación y procesos, no es un secreto que, de regreso a la Nueva Normalidad, el continuar fomentando, transmitiendo y afianzando la cultura laboral ha representado un gran reto, pues en la búsqueda de adaptarse a las necesidades se han generado con las nuevas modalidades de trabajo y la incorporación de nuevos talentos a distancia esto puede verse más como un obstáculo que como una oportunidad de llevar la cultura laboral al siguiente nivel y transmitirla de la manera correcta.
Pero, ¿dónde entra el Cuidado al Empleado?
Hacer sentir a nuestros colaboradores más humanos y menos un recurso es una estrategia que todas las empresas deben implementar, principalmente porque es así como se genera un desarrollo profesional óptimo de los talentos, una fidelización hacia la compañía y una productividad que beneficia tanto al empleado como a la organización.
Sin embargo, el Cuidado al Empleado no debe verse como un cambio abrupto y repentino que dejará obsoleta la cultura laboral de las compañías, sino como un aliado clave por añadidura en el crecimiento, gestión y enriquecimiento de las plantillas y su activo más importante: sus colaboradores.
WE CARE de Workbeat entiende la problemática que muchas empresas están viviendo, y más que eso, lleva del papel a la realidad soluciones tangibles que buscan facilitar el día a día de los empleados, con herramientas siempre disponibles y cercanas que tienen como principal objetivo mejorar la comunicación con su organización y mejorar su productividad.
Entender que personas motivadas y comprometidas mueven organizaciones es un primer gran paso para buscar solucionar sus necesidades, pues los tiempos modernos nos empujan a pensar fuera de la caja y adelantarnos en la búsqueda de soluciones y herramientas que brinden una experiencia laboral única, integral y continua, logrando así transformar la cultura laboral y adaptarla a las necesidades nacientes de la nueva manera de vivir el trabajo.
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