Es bien sabido por todos que, al evaluar a los participantes de un proceso de selección dentro de la compañía, no solo es suficiente conocer las competencias base con las que cuentan; más allá de eso, también es imperioso que cuenten con la capacidad de desarrollar otras competencias o aptitudes asociadas indirectamente al puesto de trabajo ofertado y pueden enriquecer su forma de trabajo.
En esta entrega del #blogWorkbeat ahondaremos más en aquellas competencias que suelen desarrollarse dentro de una carrera empresarial y cómo se pueden reforzar de forma eficiente dentro de la plantilla.
Competencias laborales: los tabiques del desarrollo
Como una definición general, las competencias laborales son aquel conjunto de capacidades con las que un colaborador debe contar para desarrollarse en un determinado rol o puesto de trabajo.
Por ello, las entendemos como las responsables de marcar una distinción al momento en el que una persona ejecuta una labor específica respecto a los conocimientos técnicos que pueda poseer.
La idea de “competencia” aplicado dentro del mundo laboral fue desarrollado por varios autores e investigadores, pero fue el psicólogo David McClelland quien logró popularizar el término durante la década de los 70’s, definiéndola como las características propias de una persona, las cuales están causalmente relacionadas con los comportamientos y la acción exitosa en su actividad profesional.
Tal y como abordamos en nuestra anterior entrada Competencias laborales y el desarrollo de los colaboradores, las competencias suelen dividirse en 3 categorías:
- Competencias base: todas las habilidades generales con las que podemos contar y que regularmente aprendemos durante nuestra formación académica, como competencia lingüística, matemática y relación con diferentes entornos.
- Competencias técnicas: aquellas que han sido adquiridas después de haber realizado una formación específica y son exclusivas de un puesto de trabajo en concreto, derivadas de una formación específica.
- Competencias transversales: aquel grupo de conocimientos, aptitudes y habilidades que se ponen en práctica dentro de un entorno laboral, y que no son específicas de una profesión como trabajo en equipo, orientación a resultados, capacidad de gestión, planificación y resolución de problemas.
Hoy más que nunca podemos asegurar que, de hecho, son estas últimas capacidades las que resaltan al momento de participar o llevar a cabo un proceso de selección de personal, pues es innegable que con la llegada y adaptación al home office o trabajo a distancia hemos experimentado un cambio de 180° en todo lo que entendíamos acerca del mundo laboral; y con ello también cambió aquello que debemos esperar de nuestros empleados.
Competencias laborales y productividad: ¿cómo afianzar el crecimiento profesional?
Dentro del contexto laboral, es bien sabido que incrementar el rendimiento de los empleados es un factor vital para que cualquier empresa pueda mantenerse competitiva dentro del mercado en el que se desenvuelve. Por ello, es esencial que como organización se lleve a cabo la implementación de herramientas para apoyar el desarrollo del capital humano en pro de optimizar los resultados de la compañía.
Por ello, para guiar a los colaboradores durante el desarrollo de las competencias laborales requeridas es importante brindarles planes de formación y capacitación acorde a éstas, ya que esto trae ventajas importantes para la empresa.
Entre las más importantes podemos encontrar:
- Al brindar capacitación para desarrollar las competencias que se han identificado te aseguras que el plan de aprendizaje está alineado y orientado a lograr la estrategia de la compañía, tanto para beneficio del empleado como de la empresa.
- Por otra parte, es de gran ayuda para contar con un rumbo definido para el plan de carrera y sucesión de cada colaborador dentro de la compañía.
- De igual forma, permite brindar al empleado conocimientos amplios y flexibilidad de desempeñarse en puestos distintos al actual, lo que es una ventaja para la empresa al poder hacer frente a retos y cambios en el entorno, escenarios y metas a futuro. Conoce más sobre los empleados multitasking en esta entrada.
- Asimismo, potencia el desempeño de tus colaboradores al ayudarlos a ser más productivos y contar con más habilidades que aportarán valor a la organización.
- Por último, al otorgar la oportunidad al empleado de crecer y aprender se puede aumentar su satisfacción laboral y fidelidad con la empresa, con lo que se busca disminuir la rotación de personal.
Habiendo revisado las grandes ventajas de potenciar las competencias laborales dentro de la plantilla, seguramente la siguiente pregunta ha llegado a ti: ¿cómo puedo afianzar este crecimiento dentro de mis equipos? Será sencillo iniciar con los siguientes pasos base:
- Identifica las habilidades que se requieren dentro de un equipo o puesto de trabajo, analizando las tareas realizadas con las metas o planteamiento de objetivos de la posición.
- Relaciona todas aquellas competencias que reconociste con las habilidades de compañeros que tengan puestos similares. Así podrás identificar nuevas capacidades que pudiste pasar por alto.
- Reconoce, de igual manera, las competencias que promueve la empresa y podrán ser de ayuda en el desarrollo del trabajo, tanto de forma general como enfocada dentro de cada puesto.
- Clasifica las habilidades que identificaste en competencias base, competencias técnicas y competencias transversales. De esta manera, podrás abordarlas de manera estratégica y efectiva.
- Prioriza aquellas competencias en las que el equipo o colaborador específico tienen más debilidades y que afectan directamente el proceso general de la empresa. En este punto, las evaluaciones de Desempeño serán tus grandes aliadas para detectar todas las áreas de oportunidad. ¡No las dejes de lado y úsalas a tu favor!
- ¡Comienza a capacitar! La formación es una excelente manera de perfeccionar los conocimientos de un colaborador o equipo. Con base en lo detectado en tus evaluaciones de desempeño, comienza a ubicar qué cursos o capacitaciones pueden ser de utilidad a tus colaboradores para mejorar habilidades requeridas en sus labores o entorno; las modalidades de trabajo no será impedimento para lograr los mejores resultados.
- Confía en el networking: si has identificado a un colaborador que posee habilidades más reforzadas que otros, implementa un programa de mentoría o coaching para apoyar a aquellos empleados que se pueden estancar durante el proceso. Esto será de gran ayuda para mejorar también las relaciones interpersonales.
- ¡No dejes de lado la motivación de personal! Durante un proceso de aprendizaje la motivación y el sentirse apoyado para no rendirse es esencial; dale la vuelta a las viejas formas de implementarla con los siguientes consejos.
¿Qué sigue después de los planes de desarrollo profesional?
Después de haber seguido los pasos anteriores, sabemos que quieres conocer si estos tuvieron éxito para mejorar las competencias laborales.
Por ello, adicional a las evaluaciones de Desempeño que abordamos previamente, puedes echar mano de diversas herramientas que te ayudarán a medir la aceptación de los planes de desarrollo:
- Genera entrevistas individuales con cada colaborador involucrado en el programa para conocer, de primera mano, su sentir durante el proceso, los aspectos con los que se sintió cómodo y aquellos que, a su parecer, pueden mejorar; esto te permitirá establecer parámetros de trabajo para futuros colaboradores o equipos.
- Implementa canales anónimos donde los empleados puedan compartir su opinión y proponer nuevos temas de capacitación, métodos de trabajo e incluso nuevas competencias a desarrollar.
- Confía en las evaluaciones de Clima Laboral para identificar cuál es el sentir de la plantilla después de participar en estos programas y de qué manera han cambiado su percepción de la empresa.
Recuerda que existen soluciones que te permitirán segmentarlas por empleados, puestos, equipos o regiones según lo necesites.
Impulsar las competencias laborales en el mercado actual puede ser todo un desafío, sin embargo, es la clave para aumentar los niveles de empleabilidad, asumir nuevas funciones o mejorar el desempeño; de allí la importancia de la mejora continua.
Concéntrate en desarrollar las aptitudes que ayudarán a tus equipos a alcanzar sus metas, encontrando soluciones que permitan desarrollar todas esas esas habilidades que esperan a volverse únicas.