Ya no hay duda, México se prepara para una reducción de la jornada laboral y adoptar una de 40 horas semanales. Aunque el objetivo es implementarla por completo hacia 2030, el proceso ya arrancó con mesas de diálogo y foros de consulta en todo el país.
Este anuncio no solo marca un paso importante en la evolución de los derechos laborales, sino que también plantea nuevas preguntas para las empresas y, en especial, para las áreas de Recursos Humanos. ¿Cómo reestructurar los horarios? ¿Cómo asegurar el cumplimiento de la ley sin afectar la operación? ¿Cómo monitorear, de forma clara y eficiente, las horas trabajadas por cada colaborador?
Lejos de ser un desafío aislado, esta transformación representa una oportunidad para repensar la gestión del tiempo en las organizaciones y avanzar hacia esquemas de trabajo más humanos, sostenibles y productivos.
¿Por qué se busca la reducción de la jornada laboral?
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales responde a una demanda histórica de los trabajadores y a una visión más equilibrada del mundo laboral. El objetivo principal de esta reforma es claro: dignificar las condiciones laborales, promover un mayor bienestar entre los colaboradores y permitirles disponer de más tiempo para su vida personal, sin que esto implique una disminución en la productividad.
Numerosos estudios y experiencias internacionales han demostrado que trabajar menos horas no significa producir menos. Países como Francia, Noruega y los Países Bajos han adoptado jornadas más cortas con resultados positivos tanto en desempeño como en calidad de vida. La clave está en lograr un equilibrio que beneficie tanto a las personas como a las organizaciones.
En México, el camino hacia esta transformación ya comenzó. Entre junio y julio de este año se llevarán a cabo foros de consulta nacional organizados por la Secretaría del Trabajo, en los que participarán trabajadores, empresarios, académicos y diversos actores sociales. El objetivo es construir, a través del diálogo, una ruta clara para hacer realidad esta reforma de manera ordenada, consensuada y viable para todos los sectores.
¿Qué significa la reducción de la jornada laboral para las áreas de Recursos Humanos?
Para la gestión del talento dentro de las organizaciones, este cambio es un llamado a prepararse desde ahora. Las áreas de Recursos Humanos jugarán un papel clave en esta transición, ya que serán responsables de repensar esquemas de tiempo, diseñar nuevas estrategias de turnos, organizar la distribución de roles, controlar las horas extra y asegurar el cumplimiento normativo en todo momento.
Más allá de la planeación, será fundamental contar con información precisa y actualizada sobre el uso real del tiempo en la compañía. Tener visibilidad sobre las horas trabajadas permitirá adaptarse a los nuevos lineamientos legales e identificar oportunidades para mejorar la eficiencia operativa y fomentar el bienestar laboral.
Ante un entorno que evoluciona, RH necesita herramientas confiables para tomar decisiones informadas y acompañar a su organización hacia una cultura laboral más moderna y humana.
La gestión de asistencia como pilar para adaptarse a los nuevos tiempos
En el contexto de una posible reducción de la jornada laboral, contar con herramientas para gestionar la asistencia deja de ser un aspecto operativo para convertirse en una necesidad estratégica. Poder registrar con precisión las entradas y salidas, monitorear los horarios reales de trabajo y analizar patrones de asistencia se vuelve clave para tomar decisiones informadas y actuar con anticipación.
Como suele decirse: “si no se puede medir, no se puede mejorar.” Conocer cómo se está utilizando el tiempo en la organización es el primer paso para optimizarlo. Y no solo para cumplir con la normativa: una buena gestión del tiempo laboral también permite distribuir mejor las cargas de trabajo, prevenir el burnout, detectar áreas con posibles excesos u ociosidad y fortalecer la productividad desde una visión más humana y sostenible.
Adaptarse a los nuevos tiempos no es solo cuestión de cambios legales, sino de desarrollar una cultura organizacional más consciente del valor del tiempo de las personas. Y en ese camino, la gestión de asistencia es uno de los pilares más importantes.
Tecnología al servicio de una jornada laboral mejor gestionada
Frente a los retos que implica una transformación en la jornada laboral, la tecnología se convierte en una gran aliada para facilitar el camino. Automatizar procesos, reducir errores manuales y contar con información confiable en tiempo real ya no es un lujo, sino una necesidad para cualquier área de Recursos Humanos que quiera mantenerse ágil y bien preparada.
Hoy en día, existen plataformas de recursos humanos que permiten gestionar de forma integral la asistencia y el tiempo laboral y hacen posible registrar asistencias desde una app móvil, validar la ubicación mediante geolocalización, controlar incidencias como retardos o ausencias, y generar reportes clave que ayudan a tomar decisiones más estratégicas.
El uso de este tipo de herramientas no solo simplifica la operación diaria, sino que brinda la visibilidad necesaria para construir una jornada laboral más inteligente, flexible y centrada en el bienestar de las personas. Porque cuando el tiempo se gestiona con precisión, las organizaciones pueden crecer de forma más ordenada, humana y sostenible.
Conclusión: Prepararnos hoy para la reducción de la jornada laboral del mañana
La transición hacia una jornada laboral de 40 horas representa mucho más que un cambio en la Ley, es una oportunidad para replantear cómo concebimos el trabajo, el tiempo y el bienestar dentro de las organizaciones. Para las áreas de Recursos Humanos, esto implica anticiparse, adaptarse y liderar procesos de transformación interna que garanticen tanto el cumplimiento normativo como el equilibrio entre productividad y calidad de vida.
En este escenario, la gestión del tiempo laboral cobra una relevancia estratégica. No se trata únicamente de controlar entradas y salidas, sino de entender cómo se organiza y distribuye el trabajo, cómo se sienten las personas y qué ajustes pueden hacerse para mejorar la eficiencia sin sacrificar el bienestar.
Afortunadamente, hoy contamos con tecnología que nos permite dar ese paso con confianza. Herramientas como estas ofrecen a los equipos de RH la capacidad de gestionar la asistencia con precisión, automatizar tareas repetitivas, analizar datos clave y diseñar estrategias informadas, alineadas con los nuevos tiempos.
Porque prepararse para el futuro del trabajo no significa esperar a que llegue, sino empezar a construirlo desde ahora, con información, empatía y las herramientas adecuadas. ¡Úsala a tu favor!
